Jesús Málaga en su libro ‘Desde el balcón del Ayuntamiento. Memorias de un alcalde’, explica que la plaza de San Román se resolvió con la creación de dos niveles. El primero a la altura de la iglesia que le da nombre y la torre del convento de Santa Clara, y el segundo a la altura del palacio de los Francos, casa de los Ramos del Manzano. Ambos espacios se comunican por una escalinata y un graderío que salvan los desniveles. También se accede de uno a otro especio a través de una rampa.
Esta preciosa plaza está presidida por el claustro de los Francos, trasladado desde la actual Gran Vía al patio de las Siervas de San José. Las Siervas permitieron a Pablo Beltrán de Heredia dar la vuelta a la fachada del edifico para que los salmantinos pudieran disfrutarla. Con la intervención en el palacio y en la plaza se embelleció el entorno que hoy solo afea el solar del que fuera teatro Bretón.
El alcalde Pablo Beltrán de Heredia, último alcalde de la era Franquista, llegó a un acuerdo con las Siervas de San José que benefició a todos y modernizó las instalaciones del colegio.
Donde hoy está el pabellón nuevo, se encontraba el noviciado y estaba viejísimo. Por una parte, había que arreglar el colegio y les venía bien prescindir de las ruinas del antiguo palacio de los Condes de Franco y, por otro lado, al Ayuntamiento también le venía bien sacar fuera la galería y mostrarla a los salmantinos. Allí estaba la facultad de Medicina, que nos cedió esto y el Torreón, con la condición de que tuviéramos ahí una escuela para niñas pobres, porque aquí en el barrio de San Román había niños muy pobres”, relata Adela Cáceres, Sierva de San José.
Muchos salmantinos saben que antes de 1977 esta galería tenía su orientación invertida, hacia el interior del colegio. El acuerdo entre Josefinas y Ayuntamiento permitió que pudiera ser admirada públicamente y dignificara la plaza de San Román. La intervención urbanística cumplió sobradamente con su objetivo, a pesar de que a lo largo de los años se han venido produciendo frecuentes deterioros y gastos como consecuencia de las muchas pinturas vandálicas que la falta de civismo produce en tan recoleto lugar.
Algunos salmantinos saben que esta galería fue el patio de la antigua casa de los condes de Francos. Esta casa fue adquirida por las Siervas de San José en 1899 ante la creciente necesidad de espacio que su misión educativa requería y que superaba ampliamente el que ofrecía su casa central en la llamada “casa de Santa Teresa”, en la calle de los Condes de Crespo Rascón. El edificio de los condes de Francos de mediados del siglo XVII, a pesar de las modificaciones sufridas, contenía todavía numerosos elementos de gran mérito artístico, entre ellos su patio porticado.
Pocos salmantinos, sin embargo, conocen el lugar exacto donde se ubicaba la mencionada casa de los condes de Francos que estaba en la desaparecida calle de Ramos del Manzano, llamada así en honor del primer conde de Francos, D. Francisco Ramos del Manzano, catedrático de leyes de la Universidad de Salamanca al que el rey Carlos II le otorgó el título por los servicios prestados a la corona. La casa, o mejor, las casas ocupaban un amplio espacio entre la citada calle de Ramos del Manzano y la calle de la Parra prácticamente frente a la calle Varillas tal como podemos apreciar en la imagen aérea de 1915, captada por un aerostato militar, en la que se aprecia perfectamente su artístico patio.
El proyecto de apertura de la Gran Vía, a pesar de su lento desarrollo, amenazó desde 1903 la integridad del solar del colegio de las Siervas de San José instalado en la casa de los condes de Francos y estas decidieron, en 1915, ceder al Ayuntamiento, en expropiación voluntaria, los terrenos necesarios para la nueva vía al tiempo que ponían en venta el terreno restante del solar en el que todavía se podría construir uno o varios edificios con amplia fachada a la nueva avenida.
En 1916 adquirieron el cercano solar del Hospital de La Santísima Trinidad, abandonado tras la apertura del nuevo edificio hospitalario. Efectuadas las reformas necesarias, las Josefinas abrieron su nuevo colegio en junio de 1917, la calle donde se encontraba el acceso principal, que hasta entonces se había llamado calle del Hospital, comenzó a nombrarse calle de la Marquesa de Almarza y en el interior del recinto quedó instalado el viejo patio de la casa de los condes de Francos debidamente enderezado por magia del arte de la albañilería y convertido en recta galería.
La antañona casa de los condes de Francos fue derribada en 1917 para hacer sitio a la Gran Vía. Sobre el solar restante se construyó en 1918 un soberbio edificio de viviendas y locales comerciales con planos de D. Santiago Madrigal. De este edificio, también desaparecido en la actualidad, queda todavía una parte de su solar sin construir y sumido en el abandono.
Nota: Ver imágenes en artículos originales
Fuentes.
Artículo: "Las Siervas de San José, la galería de la plaza San Román y la casa de los condes de Francos" Publicado en https://www.salamancaenelayer.com/ el mar 2020. Consultado el 09/11/2023.
URL: https://www.salamancaenelayer.com/2020/03/las-siervas-de-san-jose-la-galeria-de.html
Artículo: "Un trueque entre las Siervas y el Ayuntamiento" Publicado en https://lacronicadesalamanca.com/ Por Lira Félix Baz
el 04/08/2018. Consultado el 09/11/2023.
URL: https://lacronicadesalamanca.com/211523-un-trueque-entre-las-siervas-y-el-ayuntamiento/
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