miércoles, 11 de diciembre de 2013

Talavera la Vieja, Cáceres

Historia

La historia de Talavera la Vieja tiene tintes dramáticos, pues no se trata de un despoblado más, sino de una antigua ciudad romana con miles de años de historia que acabó bajo las aguas de uno de los innumerables pantanos mandados a construir por Franco en la década de los sesenta.

En la zona se han encontrado hachas, puntas de flechas y cerámica, además de numerosos dólmenes, por lo que se deduce que esta comarca cacereña junto al río Tajo estuvo poblada desde el Paleolítico. Posteriormente, durante la época prerromana, existió aquí un asentamiento celtíbero llamado Aebura (Ebora la Carpetana) por los romanos, que posteriormente constituiría los fundamentos de una importante ciudad romana llamada Augustóbriga. Al hallarse junto a las vegas del río Tajo, la ciudad contaba con las mejores tierras para el cultivo y abundante agua que proporcionaban el sustento a sus habitantes.

Se sabía por fuentes clásicas de la existencia de una antigua ciudad romana a medio camino entre Emérita Augusta (Mérida) y Caesarobriga (Talavera de la Reina) pero no fue hasta 1887 que, gracias al hallazgo en el pueblo de un epígrafe que mencionaba al Senatus Populusque Augustobrigensis, pudo confirmarse que Talavera La Vieja era efectivamente la antigua Augustóbriga romana.
La importancia de Augustobriga en tiempos de la dominación romana, quedó demostrada por los numerosos restos e inscripciones hallados, incluido un mosaico de las antiguas termas que no fue recuperado.

En las Relaciones Topográficas de Felipe II, del año 1574, los vecinos de Talavera la Vieja dan respuesta a 57 preguntas enviadas por el monarca para conocer la situación del pueblo. En algunas de ellas se da detallada cuenta de todas las antigüedades romanas que había en la villa por aquellos tiempos.

Desde la conquista de Toledo en 1085 y hasta la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212 la frontera entre los reinos cristianos de Castilla y León y el taifa de Badajoz se establece entre los actuales despoblados de Vascos y Alija. Talavera la Vieja estaba defendida por el castillo de Alija y la fortaleza de Peñaflor que además protegían el hoy desaparecido Puente del Conde, único nexo de comunicación entre las dos orillas del Tajo.

En 1457 Enrique IV instituye el Condado de Miranda del Castañar que ostenta, ente otras muchas villas y tierras, la propiedad de Talavera la Vieja. El Primer Conde de Miranda era al mismo tiempo Señor de Peñaranda de Duero, título transformado en ducado a final del siglo XVI. Desde entonces y hasta su desaparición, Talavera La Vieja estuvo vinculado al ducado de Peñaranda que aún hoy mantiene importantes propiedades en la comarca, como el Palacio de Guadalperal, en la orilla opuesta del embalse. Este palacio fue la residencia habitual del Duque durante las primeras décadas del siglo XX. Allí pasaba en su vejez largas temporadas la que fuera Emperatriz de Francia, Doña Eugenia de Montijo, tía del Duque. Y las visitas del Rey Don Alfonso XIII eran frecuentes, tanto para acompañar a la dama como para dedicarse a la caza, que era bastante abundante por la zona.

El paso de mercancías y personas por el cercano Puente del Conde reportaba ingresos a la villa y a las arcas condales, pero la progresiva construcción de la carretera de Extremadura hacen que el Puente del Conde deje de ser un paso obligado y la villa comienza a perder importancia económica.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional como parte del Partido Judicial de Navalmoral de la Mata. En el censo de 1848 contaba con 657 habitantes, tal y como afirma Madoz en su Diccionario:

“Villa con ayunt. en la prov. y aud. terr. de Cáceres (17 leg.), part. jud. de Navalmoral de la Mata (2), dióc. de Toledo (22), c. g. de Estremadura (Badajoz (30): SIT.: en la estremidad de una hermosa llanura Sóbre la márg. izq. del Tajo; es de CLIMA cálido, reinan los vientos N., E. y S. y se padecen muchas enfermedades. Tiene 100 CASAS, la del ayunt., cárcel, pósito, escuela dotada con 1,100 rs. de los fondos públicos, á la que concurren 50 niños de ambos sexos; igl. parr. (San Miguel) con curato de primer ascenso y de provisión ordinaria, al cual es anejo el l. del Bohonal de Ibor, y en los afueras el cementerio construido en una ermita destechada, titulada los Mártires. Se surte de aguas en 4 fuentes en las inmediaciones, pero escasas y de mala calidad, en términos de haber de servirse los vec. de las del Gualija y de otros manantiales á la márg de este riach., que dista 1/2 leg. Confina el TÉRM. por N. con el de Peraleda de la Mata; E. Valdelacasa y Berrocaléjo; S. Peraleda de San Román y Castañar de Ibor, y O. Bohonal, estendiéndose 300 pies por el primer punto, de 1/2 leg. á 3/4 leg. por los restantes, y comprende los despobaldos de Poveda y Alija, algunas viñas y mucho monte de encina. Le bañan el r. Tajo, que forma su límite al N. en dirección tortuosa de E. á O.; el Gualija ó Alija 1/2 leg. al E ; los arroyos Arzuela que se forma de los llamados Tamujas y Alisar: en el primer r. hay una barca frente al pueb!o, propia de los vec., al E. 1/2 leg.: otra del Sr. duque de Frias, y en la misma dirección un puente propio del Sr. conde de Miranda, cortado en 1808. El TERRENO es montuoso y fértil. Los CAMINOS vecinales. El CORREO se recibe en Navalmoral, por carga vecinal, cada ocho dias. PROD.: trigo, cebada, centeno, garbanzos, vino y aceite; se mantiene ganado lanar, cabrío, vacuno, de cerda y colmenas, y se cria abundante caza y pesca, POBL.: 120 vec , 657 almas, CAP. PROD.: 1 636,200 rs. IMP.: 81,811. CONTR.: 40,144 rs., 20 mrs.
Es población antiquísima, tenida generalmente por la Ebura Carpetana que menciona Livio; mas por error, segun lo hemos manifestado en el art. de Talavera de la Reina. Es indudable que fue pobl. de entidad en tiempo de los romanos, por lo que indican las antigüedades halladas en ella , que pueden verse en el tomo 1.° de las Memorias de la Academia de la Historia; y aunque desde luego afirmamos no ser ninguna de las c. conocidas en la antigüedad geográfica é histórica con el nombre de Ebura , no negaremos que pudiese tener la misma denominación. Su historia es absolutamente desconocida; y se apellida la Vieja, no porque las de mas Talaveras lo sean menos; sino probablemente en razón del mayor número de sus monumentos.”


En 1957 se inicia el trámite para la construcción de una presa que permita el aprovechamiento hidroeléctrico del Tajo. A pesar de la resistencia de algunos vecinos, las aguas del pantano de Valdecañas cubren la villa en 1963, obligando a sus habitantes a emigrar a Madrid, Barcelona y el País Vasco.

Situación actual

Lo único que las autoridades salvaron del patrimonio arquitectónico de Talavera la Vieja fueron una columnatas romanas del siglo II, llamadas Los Mármoles, que junto con algunas columnas del templo de Cilla, fueron transportadas a un nuevo emplazamiento en la carretera que une Navalmoral de la Mata y Guadalupe. Los demás edificios, incluida la iglesia de San Andrés y el ayuntamiento, fueron dinamitados o demolidos antes de la inundación.

Desde 2007 las aguas del embalse de Valdecañas están lo suficientemente bajas como para poder visitar las ruinas de Talavera la Vieja, aunque todo lo que queda son trozos irreconocibles de antiguas edificaciones. El agua y los años han conseguido teñir todo de un color gris homogéneo y el resultado es desolador. De entre los muchos escombros de casas sobresalen los fundamentos del templo romano de Cilla, el antiguo ayuntamiento y la iglesia.

La única excavación arqueológica en el lugar se hizo con carácter de urgencia entre 1956 y 1961.  Las prisas por la construcción de la presa y la dejadez de las autoridades lo pararon.

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Fuente: http://www.pueblosabandonados.com/2009/12/talavera-la-vieja-caceres.html


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