El Santo Patrón de la ciudad de Salamanca es San Juan de Sahagún (Sahagún, 1430-Salamanca, 1479).
Este fraile agustino nació en Sahagún, provincia de León, pero estudió y fue ordenado clérigo en Salamanca.
San Juan de Sahagún tuvo un papel muy importante en la historia salmantina, ya que actuó de mediador entre los dos bandos de nobles enfrentados en la ciudad: el de Santo Tomé y el de San Benito, devolviendo la paz a Salamanca después de décadas de enfrentamientos.