jueves, 8 de julio de 2021

Historia de San Antonio (Texas) y su relacion con Bejar

San Antonio es una ciudad ubicada en el condado de Bexar, en el estado estadounidense de Texas. En el Censo de 2010 tenía una población de 1 327 407 habitantes y una densidad poblacional de 1098,14 personas por km². Está atravesada por el río San Antonio. Es la séptima ciudad más poblada de los Estados Unidos y la segunda del estado de Texas. Es la sede del condado de Bexar y se encuentra situada en el Suroeste de Estados Unidos y en la parte norte del Sur de Texas. La ciudad tiene una importante población hispana y es el epicentro de la cultura texana y del turismo en Texas. San Antonio se diferencia de centros urbanos del Suroeste en que las áreas pobladas están dispersas y hay una baja densidad de población en las afueras. Fue la cuarta gran ciudad en cuanto a rapidez de crecimiento en el país de 2000 a 20066​ y la quinta de 2007 a 2008. Su área metropolitana tiene una población de 2 142 508 habitantes, según el Censo de 2010, lo que la convierte en la 25ª área metropolitana más grande de Estados Unidos y la tercera de Texas.

La ciudad recibió su nombre del portugués San Antonio de Padua, cuyo día festivo se celebra el 13 de junio, cuando una expedición española se detuvo en la zona en 1691. Es famosa por sus misiones españolas, el Álamo.


Historia

La ciudad se funda en 1718, concretamente el 5 de mayo tal y como recoge el diario de la expedición comandada por el gobernador Martín de Alarcón, redactado por fray Francisco Céliz:

“El día 5 del mes de Mayo (1718) tomó posesión el señor gobernador en nombre de Su Majestad del sitio llamado San Antonio, poniéndose en él y fijando el estandarte real con la solemnidad necesaria, habiéndose antes celebrado misa por el padre capellán, y se le puso la Villa de Béjar, quedando desde entonces destinado dicho sitio para poner la vecindad y soldados para él diputados, así como el que dista como tres cuartos de legua arroyo abajo, en donde puso dicho señor gobernador la Misión de San Antonio de Valero”.

La zona situada entre el arroyo de San Pedro y el río San Antonio, actualmente en el centro urbano de la ciudad de San Antonio, había sido visitada anteriormente por fray Damián de Massanet en 1689 y en 1709 por fray Antonio de San Buenaventura y Olivares quién urgió a la corona a que autorizase el establecimiento de una misión, lo que finalmente ocurrió en 1718 con la fundación de la villa de Béjar, nombre elegido en honor al Duque de Béjar. La expedición fundadora había llegado al lugar el 25 de abril de 1718 y comenzó la construcción de la misión que le fue entregada a fray fray Antonio de Olivares el día 1 de mayo. Cuatro días más tarde comenzaba la construcción de la villa que iba a dar cobijo a los soldados presidiales y sus familias que conformaron el núcleo fundacional de la actual ciudad de San Antonio, bajo el gobierno del virrey don Baltasar de Zúñiga y Guzmán, marqués de Valero. La misión sufrió las inclemencias meteorológicas y hubo de ser trasladada en un par de ocasiones hasta ocupar su lugar definitivo. Aunque la zona estaba poblada por numerosos nativos y era lugar de tránsito y comercio de otros muchos, como vía de comunicación de las tribus del Este, Caddos y Karankawas principalmente, con sus aliados en el Oeste, lo cierto es que los primeros pobladores de la Misión de San Antonio de Valero fueron las familias Xarames que ya formaban parte de la Misión cuando esta se encontraba en el valle del río Grande y que acompañaron a fray Olivares en su traslado al río San Antonio. La villa de Béjar fue creciendo con la llegada de nuevos pobladores desde otras partes de la Nueva España. Los caminos utilizados por los nativos, y la villa de Béjar se estableció en uno de ellos, fueron la base de los caminos reales como el Camino Real de los Tejas.

Antes de la llegada española, en la zona se encontraban multitud de grupos indígenas, según fray Isidro Félix de Espinosa alcanzarían los 4 millares de personas. Uno de estos grupos, o naciones, como eran llamados por los frailes franciscanos eran los Payaya que vivían cerca de las fuentes dónde nace el Arroyo de San Pedro, y primer lugar elegido para el asentamiento de la Misión, actualmente llamado San Pedro Springs. El lugar era llamando por los nativos Yanaguana, que significa "aguas refrescantes". Fue la expedición de Massanet y Alonso de León la que dio nombre al río San Antonio al haber llegado a él el día de San Antonio de Padua. Españoles y Payayas se conocían mutuamente ya que muchos de ellos acudían a comerciar a la Misión cuando esta se encontraba en el río Grande e incluso varios fueron bautizados en ella, siendo ellos mismos los que solicitaron la implantación de una misión franciscana que les sirviera de sustento y al mismo tiempo de protección contra los habituales ataques que sufrían por parte de los Apaches.

El 14 de febrero de 1719, el Marqués de San Miguel de Aguayo propuso al rey de España que 400 familias fueran transportadas desde las islas Canarias, Galicia, Tlascala para poblar la provincia de Texas. Su plan fue aprobado, y se dio aviso a los canarios (Isleños) para que proporcionaran 200 familias, que llegarían a Texas por La Habana y Veracruz.


El rey Felipe V dicta la Real Orden en la que se decía:

Mando y ordeno que haga conocer mi real voluntad en esas islas y vea si hay familias que quisieran ir a La Habana y a Texas, si ellos lo deciden voluntariamente y no en otra forma”.

De las 400 familias que se habían solicitado originalmente entre población peninsular, canaria y tlascalteca, solo diez familias llegaron a América, los casamientos entre miembros de la expedición durante el viaje de un año, generaron con posterioridad nuevas familias hasta alcanzar las dieciséis, la gran mayoría provenientes de Lanzarote. El coste de la migración fue tan desorbitado para la corona que el proyecto se abandonó tras este primer viaje. Por otra parte, las islas más cercanas a la costa africana (Fuerteventura y Lanzarote), que habían sido históricamente atacadas por expediciones de piratas berberiscos y por otras potencias europeas, no podían ser despobladas. El riesgo de no tener milicia suficiente para su defensa y que estas cayeran en manos de los enemigos del imperio, poniendo en riesgo el comercio con América, iba en contra de cualquier movimiento poblacional en las islas.

Así, el 9 de marzo de 1731, llegó a la villa un grupo de dieciséis familias, cincuenta y seis personas en total, procedentes de las Islas Canarias. Desde 1719, recién fundada la villa, en que el Marqués de Aguayo había solicitado a la corona el envío de más pobladores, hasta 1731 en que estos aparecieron, la villa había crecido de forma sensible, siendo una sorpresa para los recién llegados, que pensaban que llegaban a un despoblado, y para los residentes, quienes no esperaban la llegada de nuevos colonos, y mucho menos con garantías de la corona.

Amparados por una cédula real que les garantizaba las mejores tierras de cultivo y solares para construcción de viviendas en la misma plaza de la villa, desplazando con ello a sus primeros pobladores, ocasionó no pocas rencillas y disputas entre los recién llegados, no más de 30 adultos y niños muy pequeños, y los 1500 residentes entre los que se encontraban los soldados presidiales, sus familias, los civiles que habían ido estableciéndose al amparo y protección de los soldados presidiales, y los varios cientos de nativos, totalmente hispanizados después de más de diez años de vida en las misiones. Nativos bautizados, con nombres y apellidos españoles, que vivían y se comportaban como cualquier otro español, que comenzaban a habitar y construir sus viviendas en la villa, fuera de la Misión. Hasta cinco misiones con toda su población se congregaron en los alrededores de San Antonio antes de la llegada de los migrantes canarios.

De los requerimientos incluidos en la cédula real que llevaban colonos canarios, lo único que quedaba por hacer era el establecimiento de una alcaldía o cabildo, y la elección de alcalde, a lo que se aplicaron sin demora. El primer elegido fue Juan Leal Goraz que venía al frente de la expedición de canarios, al puesto solo podían optar los provenientes de canarias, no siendo posible para los otros residentes de la villa presentarse a la elección. Por otra parte, no fue Leal Goraz el primer alcalde de San Antonio ya que los distintos registros prueban que la población residente en la misión de Valero, al igual que las otras misiones, tenía su propio alcalde o gobernador, nombre que entonces recibía.


Una de las primeras disputas entre los nuevos colonos y la población residente llegó con la pretensión de cambiar el nombre de la villa a alguno relacionado con las islas canarias, fueron varias las opciones que se barajaron y las discusiones se prolongaron, hasta que el capitán del presidio las zanjó cambiando el nombre a San Fernando, en honor al hijo del rey Felipe V. La villa pasó a denominarse oficialmente San Fernando de Béjar. El Presidio situado dentro de la villa siguió llamándose San Antonio de Béxar y la Misión, que en su ubicación definitiva se encontraba al Este de la villa, también conservaba su nombre original de San Antonio de Valero, sumado a que el río que la regaba también se llamaba San Antonio facilitaron que, salvo en algún documento oficial, el nuevo nombre no cuajase y a principios del siglo XIX la ciudad se conociera, ya de forma oficial, como San Antonio.

El tiempo fue curando estas heridas abiertas y la población se fue mezclando en las siguientes generaciones. La herencia de estos colonos canarios se conserva en San Antonio, hermanada con las dos capitales canarias, en ella se encuentra la catedral católica más antigua de Estados Unidos, la Catedral de San Fernando, habiendo en su interior una capilla dedicada a la Virgen de Candelaria, Patrona General del Archipiélago Canario.

Durante muchos años, la capital de la provincia de Texas estuvo en Los Adaes, lugar que hoy se encuentra en el estado de Louisiana, después, cuando los franceses se retiraron y dejaron la Luisiana al control español, la capitalidad se traspasó a San Antonio.

Una vez agotada la labor misional, hispanizados los nativos y asumidos dentro de la población española, la misión entró poco a poco en decadencia hasta que en 1783 se trasladó su labor religiosa a la parroquia de San Fernando, sus propiedades fueron repartidas entre sus habitantes y se secularizó. El Presidio También dejó su función, que pasó a ser ejercida por la compañía volante de San Carlos de Parras o del Álamo de Parras que se estableció entre los muros de la antigua Misión y que rebautizaría el recinto como El Álamo.

En 1813 tuvo lugar un primer intento de independencia de los tejanos. Con el apoyo de filibusteros provenientes de los Estados Unidos una columna de rebeldes llegó a San Antonio, y uniéndose a determinados personajes de la población local tomaron la ciudad, y a pesar de la rendición de los militares españoles apostados en ella, ejecutaron a los oficiales, cortaron sus cabezas y las pusieron en picas. La brutalidad exhibida por los locales dejó perplejos a los voluntarios estadounidenses y tuvo una importancia clave en el desarrollo de los acontecimientos posteriores. En agosto de ese mismo año, cinco meses después de la rebelión, un ejército de 1500 soldados proveniente de Veracruz enfrentó a los rebeldes en la batalla del río Medina, al sur de San Antonio que aniquiló por completo al ejército rebelde, devolviendo la soberanía de la provincia a España. Los secesionistas fueron perseguidos y ejecutados, y entre muertos y huidos la población de San Antonio quedó reducida a la mitad, no más de 2000 habitantes.

En 1821 y con la independencia de México, la provincia de Tejas pasó a ser parte de México.

México permitió a los colonos Europeo-americanos de los Estados Unidos en el territorio; En su mayoría están ocupados tierra en la parte oriental. Cuando Antonio López de Santa Anna abolió unilateralmente la Constitución mexicana de 1824, la violencia se produjo en muchos estados de México.

En una serie de batallas, el ejército texano consiguió forzar soldados mexicanos fuera de las zonas de asentamiento al este de San Antonio, que fueron dominados por los estadounidenses. Bajo la dirección de Ben Milam, en la batalla de Béxar (diciembre de 1835) las fuerzas texanas capturados San Antonio de las fuerzas comandadas por el General Martín Perfecto de Cos, cuñado de Santa Anna. En la primavera de 1836, Santa Anna marchó sobre San Antonio. Una fuerza de voluntarios bajo el mando de James C. Neill ocupó y fortificó la misión desierta.

A su salida, el comando conjunto de William Barret Travis y James Bowie se dejó a cargo de la defensa de la antigua misión. La batalla de El Álamo se llevó a cabo del 23 de febrero al 6 de marzo de 1836. El superaban en número a la fuerza texana fue derrotado en última instancia, con todos los defensores de El Álamo muertos. Estos hombres fueron vistos como "mártires" de la causa de la libertad de Texas y "Recuerde el Álamo" se convirtió en un grito de guerra en el eventual éxito del Ejército texano al derrotar al ejército de Santa Anna.

Juan Seguín, quien organizó la compañía de música tejana, patriotas que lucharon por la independencia de Texas, luchó en la batalla de Concepción, cerco de Béxar, y en la batalla de San Jacinto, y se desempeñó como alcalde de San Antonio. Se vio obligado a cabo de esa oficina, debido a las amenazas contra su vida, por los recién llegados sectarias y opositores políticos en 1842, convirtiéndose en el último alcalde tejano durante casi 150 años.

En 1845, los Estados Unidos finalmente decidió anexar Texas, e incluirlo como un estado de la Unión. Esto condujo a la Guerra México-Americana. Aunque los Estados Unidos ganaron en última instancia, la guerra fue devastadora para San Antonio. Por su extremo, la población de la ciudad se ha reducido en casi dos tercios, a 800 habitantes. reforzada por los migrantes e inmigrantes, en 1860 en el inicio de la Guerra Civil, San Antonio había crecido a una ciudad de 15 000 habitantes.


Fuentes

Artículo: "San Antonio (Texas)" Publicado en https://es.wikipedia.org/. Consultado el 07/07/2021.

URL: https://es.wikipedia.org/wiki/San_Antonio_(Texas) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario