viernes, 14 de diciembre de 2018

Ruta alto duero, Hoyos del Espino.

La niebla, muy cerrada, dificultaba el viaje. Sin embargo, como suele suceder,  a los 40 km se fue disolviendo en velos que abrieron el día a un sol raso y fulgurante.

Se trataba de pasear por el valle alto del Tormes, muy cerca de su nacimiento, dondequiera que nazca. Llegamos a Hoyos del Espino, el pueblo de los músicos en la naturaleza y desde allí caminamos una ruta por los parajes que bordean por el norte la imponente Sierra de Gredos.

Hoyos del Espino no es precisamente un pueblo olvidado ni despoblado. Se lo ve dinámico y vivo. Su entorno compagina las posibilidades del turismo con la ganadería extensiva tradicional de vacas “avileña-negra ibérica“.



Hoyos se encuentra en una soleada ladera entre huecos y hondonadas. Posiblemente de ahí venga este topónimo tan frecuente por aquí. Nosotros comenzamos cuesta abajo entre el animado Arroyo de la Honda al encuentro del Tormes que por aquí discurre gallito y caudaloso a pesar de su corta vida.

Una ruta caminando

Después de pisar abundante barro llegamos hasta el Cordel del Barco de Ávila que resultó estar asfaltado. Aquí, por el fondo del valle, al sol le costaba manifestarse a través de los altos pinos silvestres que nacen junto al río entre prados y campamentos. Más adelante unas piscinas naturales vacías y el Puente del Duque. Un par de  kilómetros más y llegamos al paraje de Las Chorreras.

El Tormes atraviesa Las Chorreras brincando entre enormes bolos de granito, especialmente ahora que trae buen caudal. Abajo las ruinas de un molino y arriba un refugio ganadero nos dan cuenta de actividades ancestrales ya olvidadas.

El regreso buscando el pueblo fue algo más complicado y no por ser cuesta arriba sino por el hecho de tener que atravesar por la Cañada del Masegoso entre vacas serranas de buenos cornalones y sus mestizos terneros. Pasamos con precaución entre charcas, boñigas y una sinfonía agradable de esquilones pero con la mosca detrás de la oreja… afortunadamente ninguna se encampanó.

Finalizamos en Hoyos. Visitamos alguna de sus fuentes, como la del Venero con un gracioso cántaro de granito presidiendo sus caños. También el reloj de las escuelas y el rudo monasterio mariano del Espino y su crucero.

Nota: Ver imágenes en artículo original.

Fuentes
Artículo: "Alto Tormes; agua, granito y avileñas" Publicada en http://duriusaquae.com por Javier
URL: http://duriusaquae.com/alto-tormes-agua-granito-avilenas/

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